Origen
del Rímac
El
viejo Rey de la
Costa
Atribulado camina,
Que desoló sus regiones
Interminable sequía.
Atribulado
Que desoló sus regiones
Interminable sequía.
Con su prole y sus mujeres,
Domeñando la fatiga,
Va de ardientes arenales
A nevadas serranías.
-«No
los Andes trasmontemos,
Que en las nieves de sus cimas,
A mi pecho falta el aire,
Falta el calor a mi vida.
Que en las nieves de sus cimas,
A mi pecho falta el aire,
Falta el calor a mi vida.
Hijos,
abrid en las rocas
Profunda cueva sombría:
Quiero tener en su fondo
Mi sepulcro y mi guarida».
Profunda cueva sombría:
Quiero tener en su fondo
Mi sepulcro y mi guarida».
Desciende
a cueva profunda
Y allá, del fondo, suspira:
-«Con peñasco inamovible
Emparedad la salida».
Y allá, del fondo, suspira:
-«Con peñasco inamovible
Emparedad la salida».
II
El
viejo Rey de la Costa
Siglos de siglos habita,
Sin que el sueño de la muerte
Cierre nunca sus pupilas.
Siglos
Sin que el sueño de la muerte
Cierre nunca sus pupilas.
Y
soterrado en las sombras,
Llora tanto noche y día,
Que el torrente de sus ojos
Por grietadas peñas filtra:
Llora tanto noche y día,
Que el torrente de sus ojos
Por grietadas peñas filtra:
A las
tristes pampas lleva
El torrente la alegría,
Lleva el agua que es la madre
Misteriosa de la vida.
El torrente la alegría,
Lleva el agua que es la madre
Misteriosa de la vida.
Si la
nieve del Invierno
Amortaja las colinas,
Merma el agua del torrente,
Que el antiguo Rey dormita.
Amortaja las colinas,
Merma el agua del torrente,
Que el antiguo Rey dormita.
Mas
si el Sol de Primavera
Candentes rayos fulmina,
El antiguo Rey despierta
Llorando a lágrima viva.
Candentes rayos fulmina,
El antiguo Rey despierta
Llorando a lágrima viva.
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